Retendrán los datos

"A la espalda de Winston, la voz de la telepantalla seguí murmurando datos sobre el hierro y el cumplimiento del noveno Plan Trienal. La telepantalla recibía y transmitía simultáneamente. Cualquier sonido que hiciera Winston superior a un susurro, era captado por el aparato. Además, mientras permaneciera dentro del radio de visión de la placa de metal, podía ser visto a la vez que oído. Por supuesto, no había manera de saber si le contemplaban a uno en un momento dado. Lo único posible era figurarse la frecuencia y el plan que empleaba la Policía del Pensamiento para controlar un hilo privado. Incluso se concebía que los vigilaran a todos a la vez. Pero, desde luego, podían intervenir su línea cada vez que se les antojara. Tenía usted que vivir - y en esto el hábito se convertía en un instinto - con la seguridad de que cualquier sonido emitido por usted sería registrado y escuchado por alguien y que, excepto en la oscuridad, todos sus movimientos serían observados. Winston se mantuvo de espaldas a la telepantalla. Así era más seguro..."

El párrafo anterior pertence al primer capítulo del libro "1984" de George Orwell. Orwell imaginó un futuro cercano en el que regía un estado policial todo poderoso, dictatorial, alienador, controlador de toda actividad y de todo pensamiento. Un mundo en que "La guerra es la paz, la libertad es la esclavitud, la ignorancia es la fuerza".

Con la aprobación por parte del Parlamento Europeo de retención de datos en telefonía e Internet quizás estemos más cerca de ese mundo de Orwell. El fin es loable, acabar con el terrorismo, pero ¿a costa de qué? De los derechos individuales de los ciudadanos. Con esta media se podrá, por ejemplo, saber quién realiza una llamada, desde dónde, a quién la realiza y cuanto dura la conversación. El contenido de la llamada se escapa de este tipo de control y todavía se necesita autorización judicial para conocerlo. Pero ¿cuándo se dará el siguiente paso?

Todo sin olvidar las voces que reclaman que esta retención se utilice para fines no tan preocupantes.

Por cierto, la frase "La guerra es la paz" cobra más sentido que nunca tras estas declaraciones de Bush: "Es cierto que mucha de la información de inteligencia resultó ser errónea [...] Mi decisión de derrocar a Sadam Husein fue la decisión correcta [...] Estamos hoy en Irak porque nuestro objetivo siempre ha sido más que el derrocamiento de un dictador brutal".